Encuentro con la
Organización Popular (28 – 08 - 13)

La
Comunidad de las Lomas de Urdaneta, inmersa en el abandono y la falta de
atención por parte de los Entes del Estado, así como la desidia y falta de
organización por parte de sus habitantes, que ven como se deteriora día a día
el servicio, la atención y capacidad de
respuesta por parte de los gobernantes de turno, ha decidido por si misma
actuar y buscar soluciones a sus problemas. Mediante la toma de conciencia,
preocupación y amor por nuestra urbanización, comienzan a llamar a la comunidad
a reuniones, encuentros y conversatorios donde se habla de las carencias y
necesidades de la urbanización Lomas de Urdaneta y sus adyacencias. Así surge
el Colectivo Deportivo Ambientalista Socio Cultural Lomas de Urdaneta (CODASCLU),
que nace el año 2011 con la finalidad de darle respuesta a las necesidades,
carencias y vicisitudes que vive la comunidad de los doce (12) bloques grandes,
que ocupan la inmensa área comprendida desde la avenida circunvalación a la
altura de la zona central de Urdaneta, subiendo por la vía principal de las
Colinas de Urdaneta, pasando la vía que conduce a los bloques 10, 11 y 12,
hasta llegar al conocido restaurante La Clueca 1, lugar éste sumamente
concurrido, donde se comían los hervidos de res y gallina más sabrosos de Catia
en los años 70 y 80, situado frente a
los bloques pequeños de la Urbanización Continente, al final de la avenida el
Cuartel, uniéndose con la avenida Simón Bolívar, aquí la vía se abre en
tres; una la de la derecha que conduce
hacia los bloques 12, 11 y 10 de las Lomas de Urdaneta, la del medio que
empalma con la vía hacia Boquerón y El Junquito y la de la izquierda (avenida
Simón Bolívar) que conduce hacia Pro Patria y Casalta.
Éste equipo de trabajo está conformado
por adolescentes, jóvenes, adultos y adultos mayores, quienes vienen
desarrollando una loable labor tanto en lo social como en lo político,
económico, ambiental, recreativo y cultural. Así mismo, dentro de él hay un
grupo de personas luchadores sociales de la vieja guardia, con amplia
experiencia en el trabajo de equipo y
que han participado e incursionado con anterioridad en diferentes áreas del
quehacer cotidiano y vivencial de los habitantes de esta zona de Catia; pero
que por circunstancias de la vida, tuvieron que alejarse y ocuparse de otras
cosas, en otros lugares de la ciudad, debido a las diferencias políticas, la
competencia por el liderazgo y a la persecución (captura, tortura y
desaparición) de algunos cuadros revolucionarios (Ñángaras), por parte de los
partidos políticos (Pacto de Punto Fijo) tradicionales de la derecha
venezolana, lo cual trajo como consecuencia el abandono de las cosas, tareas y
luchas que se venían haciendo en beneficio de la comunidad en los años 80.
Ejemplo de ello es la inmensa labor ambiental que se venía realizando en todas
las áreas verdes de los bloques (poda, reforestación y siembra), con la
creación del equipo Ecológico – Ambientalista denominado Centro Cultural Forestal Rafael Urdaneta
(CCFRU), el rescate, recuperación y puesta en funcionamiento de las canchas
deportivas de la Urbanización, la creación de las Escuelas de iniciación
Deportiva (basquebol, béisbol, voleibol, fútbol, lucha, arte marciales,
entre otras), el nacimiento del “Son de las Lomas” como equipo de
trabajo de toda la parte cultural y recreativa en la Urbanización, además de la
presentación del proyecto “Rescate de la carretera vieja de Las Lomas” (se
diseñó una maqueta), el cual contenía la casa de la cultura, un parque
infantil, un boulevard, una biblioteca y un pequeño gimnasio. Así mismo, se
estaba impulsando la creación de un equipo de Mantenimiento General (conformado
por gente de la misma comunidad de Las Lomas de Urdaneta), el
cual se encargaría de la reparación de la vía principal de la
Urbanización, en la limpieza del alcantarillado y los drenajes, reparación de
las escuelas, alumbrado, en el arreglo de los muros de los diferentes bloques,
en la impermeabilización de las azoteas, la poda de la maleza en las distintas
escaleras y el acomodo y recuperación de las mismas (que enlazan los bloques
entre si), así mismo, se estaba conformando una Cooperativa de Transporte (para
atacar el pésimo servicio que presta la línea de las Lomas) y en lo referente a
la seguridad, se estaba preparando un equipo de Apoyo Integral al Ciudadano,
con gente de la misma comunidad, donde habían educadores, deportistas,
comunicadores sociales, cultores, creadores, trabajadores sociales, líderes de
la zona e instituciones del Estado.
El tiempo ha pasado, algunos problemas
se han solucionado, otros siguen allí y nuevas necesidades han surgido, pero la
vida continúa y la situación ha ido desmejorando cada vez más, sin embargo,
siempre hay una esperanza para salir a flote a pesar de la circunstancias y la
realidad latente. Es así,
que muchas de estas personas que se habían ido, vuelven a su lugar
de origen donde nacieron
y vivieron su infancia, adolescencia, juventud, madurez, se desarrollaron y crecieron como
personas. Un buen día decidimos juntarnos nuevamente para retomar e impulsar el
trabajo socio – político, económico – ambiental, deportivo – cultural y educativo – ideológico
que se venía haciendo hace unos 20 o 25 años atrás, para lo cual se convocó y
llamó a mucha gente de Las Lomas de Urdaneta (jóvenes, adultos y mayores) a
participar en una variedad de reuniones para conformar un equipo de rescate,
lucha y acción pro mejoras de nuestra Urbanización, después de unas 8 o 10 reuniones se logró crear el Colectivo CODASCLU,
el cual ha venido retomando el trabajo de vieja data y se han logrado conformar
equipos en diferentes áreas como el Consejo de Actividad Física y Deporte) para
la Comuna Lomas de Urdaneta, el Comité Cultural – Recreativo (realizándose el
encuentro y donación de los PetroTambores, Danzas y Percusión Afro-Caribe), con
la Fundación “Madera”, Comité de Usuarios (Transporte), el Comité de Usuario
(Medios de Comunicación), el Comité de Servicios Generales, el Comité
Ambientalista, el Comité Político –
Ideológico entre otros y se ha retomado el proyecto del “Rescate de la
Carretera Vieja de las Lomas”, donde todos los fines de semana desde principio
del presente año, se hizo la limpieza de
la basura en toda el área, se desmalezó, se limpiaron y reconstruyeron las
torrenteras, se están acondicionando ciertos espacios para construir un vivero,
para sembrar hortalizas y legumbres, así como la siembra de árboles frutales,
además del estudio y medida del terreno para hacer la Casa de la Cultura, la
Biblioteca, un Infocentro, la instalación de un Café Venezuela, el Área
Deportiva (gimnasio múltiple), entre otras cosas.
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El hacer realidad (concretar) éste
cúmulo de actividades que forman parte de la visión futurista que tiene el CODASCLU
en cuanto a la consolidación de uno de los proyectos más ambiciosos del
Proceso Revolucionario, como es dinamizar e impulsar el esfuerzo comunitario
para la consecución de logros y beneficios para la comunidad en general. Sólo
con el concurso o participación de personas con variopinta identidad pero con
objetivos comunes, se logrará dar el salto exponencial de una comunidad
fragmentada a un entorno dinámico que con sus éxitos y logros irradie al
entorno aledaño o circunvecino. Es vital que éstos intentos e iniciativas
colectivas, que tienen como prioridad o finalidad el mejoramiento de las
condiciones de vida y progreso de la comunidad, deban estar sustentadas en el
escrupuloso escrutinio de la Controlaría Social, para evitar repetir las
infaustas o aciagas experiencias pasadas, donde detrás de algunas loables
iniciativas propuestas y desarrolladas, se esconden oscuros intereses de lucro
y velados focos de corrupción, que terminan por dar al traste con las buenas
intenciones de algunas personas al realizar éste tipo de actividades, toda vez
que la comunidad decente se ve compelida irremediablemente a retirarse para no
convalidar o aceptar estas prácticas insanas e inmorales.
Realizado por:
Freddy Córdova
La Parroquia “Sucre”, es una de las 22 parroquias del
Municipio Libertador del Distrito Capital
y una de las 32 parroquias de la Gran Caracas y está
situada al oeste de la capital, la cual toma su nombre del apellido de uno de
los próceres de la independencia venezolana
nacido en Cumaná, Antonio José de
Sucre. Las Tierras que ocupan este vasto sector, forman parte de la herencia aborigen
de nuestros ancestros originarios asentada en este enorme espacio o llanura
conocida como Maracapana (nombre que proviene de una planta silvestre que se da
en toda esta zona, que tiene un fruto pequeño que al tropezar por el soplido
del viento, emite un sonido parecido al de una maraca) entre los año 1570 –
1590 aproximadamente. La zona oeste de
la ciudad es elevada a Parroquia con el nombre de “SUCRE”, el día 07 de
diciembre del año 1936, haciéndose vigente el Decreto durante el Gobierno del
General Eleazar López Contreras.
El Corazón de esta parroquia es conocido
como Catia y es de origen indígena, extraído de un aborigen que habitaba en el sector que conforma la hondonada (Abra
de Catia), la Quebrada de Tacagua
hasta el Valle de los Guayabos (Catia la Mar). El recorrido se hacía a través
del camino de los españoles (que luego será conocido como El Camino de Catia),
esta región donde vivian los Toromaimas (zona oeste) que tenían un jefe o
Cacique llamado “Katia”, quien adversó con garra y valentía a los invasores
españoles durante la Conquista por sus tierras, por sus vidas y su libertad,
pertenece al Valle de Caracas. Así
mismo, es importante recordar que la zona oeste (Catia) es la puerta de entrada
a la gran ciudad (Caracas), que el camino utilizado para entonces era de tierra
(donde se transportaba leña en burro hacia el litoral); este camino fue
conocido como el camino de los españoles, el cual con el pasar
del tiempo se fue modificando y
cambiando su entorno, donde la vía original sufrió muchas transformaciones,
hasta ser remplazada en el año 1845, durante el gobierno de Carlos
Soublette, se construyó la carretera hacia La Guaira y en el siglo XX en el gobierno
del General Marcos Pérez Jiménez se construyó la Autopista Caracas
– La Guaira y es inaugurada específicamente en el año 1953.
Sus límites son:
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Norte: El
Warairarepano y la Autopista Caracas – La Guaira
Sur: La Parroquia 23 de Enero
Este: La Parroquia La Pastora
Oeste: EL
Junquito y Estado Vargas
Dentro de la
jurisdicción de Catia se encuentra la
Avenida Sucre como eje vial más importante, que conecta al Oeste con el
Centro de la ciudad, además se conecta también con la Autopista Caracas – La
Guaira y
con la Autopista Francisco Fajardo. Dentro de los sitios de referencia
en Catia tenemos el Parque “Alí Primera” o Parque del Oeste, El Teatro Catia,
El Boulevard de Catia (antigua Avenida
España), el Centro Comercial Catia, el Centro Comercial La Laguna, el Centro
Comercial Pro Patria, Copercentro y una gran cantidad de industrias de
procesamiento de cartón, de aluminio, de cuero, de madera, entre otras. Así
como, una inmensa variedad de zonas residenciales y barrios tales como:
Los Flores de Catia, El Manicomio, Gato Negro, Los Frailes,
Macayapa, Ruperto Lugo, Cútira, el Caribe, Altavista, Blandín, Nueva Caracas,
los Magallanes, Gramoven, Vista al Mar, el Cuartel, Urbanización Urdaneta,
Lomas de Urdaneta, Isaías Medina, el Amparo, Pro Patria, Casalta Uno, Dos y
Tres, la Urbanización Francisco de Miranda, la Simón Bolívar, Urbanización
Pedro Elías Gutierrez, la Silsa, entre otros. Tiene tres hospitales, los cuales
son: El Hospital Dr. José Gregorio
Hernández (Hospital de los Magallanes), El Periférico de Catia (Pepo) y el
Pediátrico Dr. Pedro Elías Toro, dos establecimientos del Seguro Social como
son La Clínica Popular en la avenida
Sucre y el Seguro del Cuartel, unas seis
(6) u ocho (8) Clínicas Privadas, varios
Módulos de Salud y un gran número de
Módulos de la Misión Barrio Adentro, unos 5 Centros de Diagnóstico Integral
(CDI) y 5 Servicios de Rehabilitación Integral, además de una cantidad
de Farmacias. Lo cual nos permite decir sin
temor a equivocarnos, que en Catia debe de haber más de tres (3)
millones de habitantes, por eso es la parroquia más grande de Sur América y
prácticamente un Estado dentro de otro Estado y aun así no llegamos a ser un
Municipio. Lo lamentable de todo esto, es que en la década de los 60 y 70, los
gobiernos de turno se dedicaron a estigmatizar a los habitantes de esta
populosa parroquia (política de Estado), por el hecho de que Catia está ubicada
al noroeste de Caracas, este referente cardinal es importante ya que, por lo
general, en el imaginario colectivo del caraqueño (proceso que permite al ser
humano manipular información que se produce internamente, sin necesidad de los
estímulos del medio ambiente, para crear una representación en la mente, de
algo o de alguien), hablar del oeste es hablar de pobreza, delincuencia, droga,
prostitución, bajo nivel académico y todos aquellos calificativos que
identifican erróneamente a lo que pudiera llamarse “Un sector Popular”.
La historia del
Metro de Caracas se remonta a casi 50 años. La primera vez que se habló
de un transporte rápido masivo para la ciudad capital fue en el año 1947, cuando dos
empresas francesas presentaron proposiciones para estudios, proyectos,
construcción y explotación de un Sistema Subterráneo de Transporte
conocido como “Metro”, con cierto margen de años de garantía de interés
para el pago del capital invertido. Entre los años 1965 y 1967 se realizaron
nuevas investigaciones que demostraban que el problema del transporte en la
ciudad capital no podía ser resuelto sin la incorporación de un nuevo sistema
de transporte masivo.
Durante el año
1966 es designado como Director de la Oficina Ministerial de Transporte
el Ingeniero José González Lander. En el año 1968 se comenzó a elaborar
el Proyecto del Metro de Caracas, seleccionándose para ello a un Consorcio
Internacional formado por las empresas Parsons, Brinckerhoff, Quade, &
Douglas de New York y Alan M. Voorhees de Washington. En el mes de julio de ese
mismo año se introduce a discusión y consideración del Congreso Nacional el Proyecto
de Ley que autorizó las operaciones de crédito público para financiar la
Construcción de la Línea “1” del Metro, trayecto comprendido desde Catia hasta
Petare.
En diciembre de 1968 se promulgó el
decreto de expropiaciones de los inmuebles afectados por la construcción del
tramo Catia – El Silencio. Las actividades del proyecto abarcaron todo el año
1969 y los primeros seis (6) meses del año 1970, habiéndose concluido
totalmente todos los planos y especificaciones necesarias para su construcción.
Durante los años 1972 y 1973 se avanzó en
el anteproyecto de la primera línea, desde la Hoyada hacia
el este, y a mediados de 1973 se licita
entre 7 empresas previamente seleccionadas las obras civiles de la estación
Agua Salud. A principios de 1972 se inició la construcción del tramo
superficial desde Agua Salud hasta Caño Amarillo y las obras civiles de la
estación Agua Salud en 1973. En el año 1974 se concluye el anteproyecto desde
la Hoyada hasta Chacaito y se contrata el proyecto correspondiente con dos
firmas venezolanas, las cuales fueron la Oficina Consultora de Ingeniería y
Desarrollo S.A. (OCOIDESA) y el consorcio GRID – APM, contando ambas con la
asesoría de la firma inglesa Mott, Hay & Anderson, las mismas tenían amplia
experiencia en la realización de proyectos de Metro.
En el año 1975 comenzaron las
licitaciones de las obras civiles y un (1) año después arrancó en firme la
construcción del Metro. El 12 de Marzo de 1975 el Presidente de la
República (Carlos Andrés Pérez Rodríguez) hace de manera formal la presentación
(anuncia) ante el Congreso Nacional la construcción de la Línea “1” Pro Patria – Petare del Metro, arrancando los
trabajos desde el extremo oeste de la ciudad capital. En el año 1976, una vez
encarrilado o encaminado el proyecto y la construcción del Metro de Caracas, el
Ministro de Obras Públicas (MOP) Ingeniero Arnoldo José Gabaldón resuelve
eliminar la Oficina Ministerial del Transporte, debido a la especialización y a
la magnitud de las obras a realizarse y
decide crear dentro de la Dirección General de Vialidad la Oficina de Proyectos
y Obras del Metro de Caracas, dirigida por José González Lander. Esta inició
sus actividades en 1976 con la apertura de la licitación pública internacional
de los equipos para Línea Pro Patria – Palo Verde. En marzo de 1976, se dicta el Decreto de
Expropiación de los inmuebles afectados por la construcción de los tramos La
Hoyada – Chacaíto y Chacaíto – Palo Verde de la Línea Catia – Petare del Metro
de Caracas.
En abril de 1977 esta Oficina de
Proyectos y Obras del Metro pasa a depender del Ministerio de Transporte y
Comunicaciones (MTC) y cuatro meses después , el 8 de agosto de ese mismo año
se funda la Compañía Anónima Metro de Caracas, adscrita a dicho Ministerio cuya dirección es presidida por el
ingeniero José González Lander. El 28 de agosto de 1977 se inicia la
perforación de túneles, desde la trinchera situada en Gato Negro, en ruta hacia
el oeste por debajo de las avenidas: Sucre, España y El Atlántico. El 18 de
abril de 1978 se procedió a la demolición del Cuartel Urdaneta, ubicado
entre la avenida El Cuartel al lado de Ciudad Tablitas (al este vía Silencio) y
del Seguro Social del Cuartel (al oeste
vía el Junquito), visto desde la entrada principal, frente de la
urbanización Rafael Urdaneta (bloquecitos pequeños) y hasta el frente del Centro Comercial Pro Patria
y la Plaza de Pro Patria, visto desde la parte trasera del Cuartel. Espacio este
utilizado para la construcción de los Patios y Talleres de la Línea Catia -
Petare. Aquí desaparecieron además dos campos de fútbol y dos campos de
béisbol, además de la Cárcel Modelo, es importante resaltar que estos espacios
deportivos eran los únicos que existían en Catia, donde el común de la gente
(niños, adolescentes y jóvenes) podían usar para realizar las prácticas
deportivas. Para proceder a su demolición
la compañía encargada de realizar la Linea “1” del Metro se
comprometió con las comunidades aledañas
a estos terrenos, prometiéndoles que estos campos se construirían en otros
espacios cercanos a las instalaciones del Metro, han pasado 35 largos años y
aún no se concretado nada de lo prometido por parte de la C.A Metro de Caracas.
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Durante el año 1978, se comienza a
organizar las Gerencias de Operación y Mantenimiento de la C.A. Metro de
Caracas. Para el año 1979, son terminadas las Estaciones Pro Patria, Pérez
Bonalde, Plaza Sucre, Gato Negro y Colegio de Ingenieros, también en ese mismo
año, llega de Francia el primer cargamento de rieles para ser instalados en el
tramo Pro Patria – Chacaíto. En el año 1980 se inaugura el Boulevard de Sabana
Grande y para 1981 finaliza o concluyen la construcción de las doce (12)
estaciones de la línea 1. Termina así la construcción de 6.896 metros de
túneles gemelos de los tramos Pro Patria – La Hoyada y La Hoyada – Chacaíto. En
el transcurso del año 1982, se terminan de construir las dos últimas estaciones
de las catorce del tramo comprendido Pro Patria – Chacaíto, se comienza la
construcción del Boulevard de Caricuao y se completa el Boulevard de Sabana
Grande con la construcción de la Plaza Brión
en Chacaíto. Se hicieron las pruebas correspondientes de todos los
equipos e instalaciones con toda normalidad
pausada, progresiva y totalmente.
De manera tal que, el 2 de enero de 1983 se inaugura y es puesta en funcionamiento la primera etapa de la Línea 1 desde Pro Patria hasta la Hoyada, con ocho estaciones en
plena operatividad. El horario inicial fue de 10:00 AM, hasta las 4:00 PM. Ese
mismo año, se concluye el edificio Centro Control de Operaciones (iniciado en
1979), ubicado en la Hoyada. En marzo de
1983, se inaugura el Tramo La Hoyada – Chacaíto, con seis estaciones más. El
30 de mayo de ese mismo año se extiende el horario de servicio al público de
6:00 AM hasta las 9:00 PM, de lunes a sábado y el 9 de diciembre se amplía el
horario de operación (servicio) hasta el día domingo. El 23 de abril del año 1988 se pone en servicio el Tramo Chacaíto – Los
Dos Caminos y el 19 de noviembre del año 1989 se pone en funcionamiento el
Tramo Los Dos Caminos – Palo Verde.
Quedando así, de una vez por todas en pleno funcionamiento la Línea “1” del Metro de Caracas, que va desde Pro Patria hasta Palo Verde.
En la década de los 80, se realizaron
unos estudios acerca de la posibilidad de crear un Boulevard a lo largo y ancho
de la Avenida España, ya que la misma
era muy concurrida por las comunidades aledañas y cercanas a ella. Debido a que
esta avenida era el centro de la economía catiense, allí se encontraba todo
tipo de negocios, legales e ilegales. Existían cualquier cantidad de tiendas de
ropa (niños, jóvenes, adultos), tiendas de zapatos de todo tipo (calzados Súper
en la plaza Catia, la Laura, la Bingo), normales y especiales (ortopédicos y
hechos a mano), tipografías, librerías (la Giraluna), dulcerías, sastrerías,
barberías, carnicerías, panaderías (la
Cristal en Pérez Bonalde), talabartería (en Pérez Bonalde), farmacias (el
Atlántico), licorerías, lencerías, Bazar
Caracas, Bazar Bolívar, Telas Margot, la Escalera, Bar y Restaurantes
(Washington, Oporto, el Mundo, el 1° de Mayo, Alto Apure, la Clueca, Tostadas
el Volcán, Pollos Rivera), fotos tiendas (foto Ya), los Mercados Periférico y Libre), entre otras
cosas, líneas de transporte por doquier, que hacían de la avenida España un
caos y un infierno y sin olvidar los comerciantes informales (buhoneros), los
cuales se encontraban a lo largo y ancho de la avenida España, la calle
Colombia y la calle Argentina, que hacía de dicho espacio un mercado persa.
Esto aunado a la falta de espacios para la recreación y el esparcimiento de los
catienses, los cuales no podían alejarse del ruidoso y del pesado tráfico
inmerso dentro del centro de todo en la parroquia Sucre y que hoy conocemos
como el Casco Central de Catia. Así
pues, en el año 1982 sale el Decreto
que anuncia la Construcción del
Boulevard de Catia para el Esparcimiento, Recreación y la Cultura,
cambiando así el ambiente, la ecología (conexión – relación) y la forma de vida
de los Catienses.
Para el momento de su inauguración, hecho
que ocurre en el año 1982 el Boulevard de Catia se extendía a lo largo de 8
cuadras, desde la Plaza Sucre (Plaza Catia), hasta la 6ta avenida del
atlántico, donde estaba ubicada la famosa farmacia el Atlántico (allí atendía
un excelente Médico de Medicina General y Pediatra, quien salvo la vida de
muchos niños de la parroquia Sucre, pues allí acudían todos aquellos padres que
ya no sabían a donde llevar a sus niños), este importante local desapareció
como farmacia, ahora es simplemente una venta de medicinas. Desde este lugar
hasta la Lechería Silsa está todavía la avenida el Atlántico, de donde se
estima sea alargado el Boulevard de Catia, según el Plan Catia proyectado por
la Alcaldía de Caracas. Dicho espacio creado para la Recreación y el
Esparcimiento contaba para el momento de su inauguración de los siguientes
ambientes y sitios de reunión y paseo
como por ejemplo:
Cada
cuadra tenía 4 jardineras rectangulares con un asiento de concreto a lo largo
de la misma, la cual medía 5 metros de largo por 2 metros de ancho
aproximadamente. Kioscos decorativos a lo largo de todo el Boulevard, que
ofrecían diferentes servicios como información, seguridad pública, periódicos,
plano del Boulevard, y ventas de dulcería criolla (galletas, melcochas,
templones, polvorosas, suspiros, conservas de coco, majaretes, arroz con coco,
arroz con leche, dulce de leche, dulce de lechosa, cabello de ángel, higo,
tamarindo, entre otras cosas, así como bebidas aromáticas como manzanilla, te,
mal ojillo, limonada, papelón con limón, avena, chocolate fororo, entre otras,
además de flores naturales (Plaza Pérez Bonalde en especial las Orquídeas). Y
por los lados de ambos mercados la tradicional venta de Bollitos, Hallacas,
Morcillas, Pastelitos, Chicha (andina, ajonjolí y arroz), Buñuelos, Queso de
mano, Casabe, Naiboa, el tradicional
jugo de Caña con limón, sin olvidar las hojas de hallaca, de hallaquitas,
aceitunas, alcaparras, pasas y encurtidos. También la escultura llamada “Levitación
I”, un total de 36 teléfonos públicos,
350 árboles, 300 postes de alumbrado eléctrico con dos papeleras ambos
lados cada uno, postes de señalización vial y semáforos en cada comienzo y
final de cuadra y una adecuada arborización en todo el recorrido del Boulevard
que tiene 40.000 metros cuadrados de largo, donde estaban distribuidas 3.900
metros cuadrados de áreas verdes, además del debido trazado del Paseo Peatonal.
Pero también es importante recordar la venta que estaba ubicada en la pared
lateral del Mercado Periférico (3ra avenida), donde se encontraban las hortalizas, legumbres,
zanahorias, remolachas, vainitas, lechugas, repollos, remolachas, cilantros,
culantros, perejil, yerbabuena, coliflor, verduras, yerbas, montes y ramas para
brebajes, mercancía totalmente frescas que se expedía en ese lugar, pues venían
de la Colonia Tovar, el Junquito y Coche todos los días a las 3 de la
mañana.
De igual manera, es importante resaltar
los daños ocasionados en este espacio conocido como el Boulevard de Catia, los
cuales datan de más de 20 años, ocupados ilegalmente por la economía informal (buhoneros) en complicidad con los
politiqueros de turno (adecos y copeyanos), quienes negociaron pequeños puestos
de 1.80 metros de largo por 80 centímetros de ancho a lo largo y ancho del
Boulevard, los cuales sometieron a este espacio construido para hacer cultura,
al uso indiscriminado, sin control, sin planificación, sin normas de seguridad,
sin consciencia ni sentido de pertenencia, por
dicho lugar. Donde la comunidad catiense se vio privada de su espacio
diseñado para la recreación y el sano esparcimiento. De esta manera, los
buhoneros venidos de diferentes latitudes como Colombia, Ecuador, Bolivia,
Haití, Perú, Santo Domingo y de nuestro
propio país, originaron durante mucho tiempo traumas, caos, incertidumbre,
inseguridad, psico – terror, violencia y
cambios negativos en las estructuras, en el ambiente, en la ecología
interpersonal (comunicación, relación y
vínculos entre personas), así como en el lugar (sector), pues se hacía
imposible transitar libremente por el Boulevard, por la proliferación cada vez
mayor de buhoneros día a día. Esto se debía, a la política de exclusión
aplicada por los gobiernos de la Democracia Representativa (Pacto de Punto
Fijo), quienes implementaron en la sociedad venezolana (pueblo) los paquetes
económicos neoliberales impuestos por el Fondo Monetario Internacional (FMI),
el Banco de Desarrollo Interamericano (BDI), la Banca Mundial y los grandes
consorcios capitalistas norteamericanos, llenando de hambre y miseria a
nuestros compatriotas, llevando a la mayoría de la población venezolana a la
pobreza extrema, donde hubo gente que hurgaba en la basura buscando que comer,
así como alimentándose de comida para perros y gatos (perra harina, gata
harina) y dándole tetero a los niños del agua de las pastas o espaguetis.
Para el año 1930, comienzan a llegar
los europeos a Catia (huyendo de la II Guerra Mundial) y a partir de ese
momento, se comenzó a desarrollar proyectos de vivienda. Son emblemáticas la
Urbanización Francisco de Miranda en Casalta (edificios de 4 pisos de Carlos
Raúl Villanueva), la Urbanización Lomas de Pro Patria Obrera (los primeros
edificios de 16 pisos construidos en Caracas de Carlos Guinand y el constructor
José Guevara 1941), La Urbanización Simón Bolívar (edificios de 4 pisos de
Carlos Raúl Villanueva 1943), la Urbanización
Indios Caribe (edificios de 4 pisos de Carlos Raúl Villanueva 1944), la
Urbanización Ciudad Tablitas (edificios de 4 pisos de Carlos Raúl Villanueva y
Cellis 1944), la Urbanización Rafael
Urdaneta (edificios de 4 pisos de Carlos Raúl Villanueva 1946), la Urbanización
Colinas de Urdaneta o Lomas de Urdaneta (edificios de 16 pisos de Carlos
Guinand y el constructor José Guevara 1946), El 23 de Enero (edificios de 16
pisos de Carlos Raúl Villanueva 1950). Todos ellos construidos para la clase
trabajadora que vivía en Catia.
Catia es una de las zonas del país que
tiene uno de los movimientos culturales más importante. Ha sido prolífica o
productiva en lo cultural, después de terminada la guerra esta parte de la
ciudad se convirtió en refugio de
inmigrantes europeos que venían a Venezuela a trabajar en el negocio de la
construcción y en las fábricas que aquí comenzaban a surgir debido al gran
desarrollo comercial y a la llegada no controlada de inmigrantes árabes,
italianos, portugueses, españoles, colombianos, ecuatorianos, bolivianos,
chilenos, peruanos, guatemaltecos, entre otros, mezcla esta que se traduce en
multiculturalidad, lo que ha permitido desarrollar y enriquecer el movimiento
cultural del catiense. Producto de esta fusión cultural en cualquier lugar de
Catia han surgido cultores y cultoras, creadores y creadoras que nos permite
ver, sentir y mostrar una gran variedad de grupos musicales, grupos de teatro,
diferentes tipos de danzas, bailes y
creadores o cultores individuales haciendo expresiones y manifestación artística de cualquier
tipo.
El día 2 de enero de 1983, bajo el
gobierno del Dr. Luis Herrera Campins se inauguró el Metro de Caracas, así como
un desarrollo peatonal de 1258 metros de longitud, que abarca desde la Plaza
Sucre o Plaza Catia (al norte) hasta la 6ª Avenida (al sur) donde está la
farmacia Atlántico y comienza la Avenida
Atlántico, esto era la Avenida España,
bajo la cual el Metro construyó túneles gemelos y dos estaciones Plaza Sucre y
Pérez Bonalde cuyas instalaciones están cubiertas por lo que se conoce
como El Boulevard de Catia, obra ejecutada por la C.A. Metro de
Caracas.
En este espacio que hoy en día es el
Boulevard, funcionaban dos cines y un
espacio recreativo, a los cuales hacemos referencia, específicamente al Cine México y el Cine España, así como
el Teatro Pérez Bonalde y frente a
la Plaza Sucre estaba el Teatro Catia (aún existe afortunadamente) los cuales
fueron expropiados por el gobierno de Luis Herrera Campins, para iniciar las
obras de la Línea “1” del Metro de Caracas, luego nacen los edificios Pomagás,
Pomarrosa, Cotoperí y Guásimo, así como un gran número de locales comerciales y
otras construcciones, que para mediados de los años 80, fueran adquiridas por
comerciantes (Árabes – Libaneses ), quienes se convirtieron en el frente
mayoritario de dueños de los fondos (Capital), de los espacios comerciales y no
comerciales, replicando (sumando) y alimentando el modelo de acumulación de
capital y formado subliminalmente a los
habitantes de la parroquia Sucre, en este sistema consumista (alienación),
alejado de las verdaderas necesidades de la comunidad, sumergiendo a la familia
catiense en espacios adictivos, donde reina el alcohol, la droga, la
prostitución y los juegos de envite o azar, lo que ocasiona a nuestra población
conductas inapropiadas, falta de valores y buenas costumbres.
En la lucha contra el sistema capitalista
que nos mantiene cautivos, sin oportunidad de disfrutar y compartir el casco
central en sana paz y convivencia de nuestra parroquia, donde las personas que
aquí habitan, se encuentran encerradas entre paredes y rejas, por culpa de no haberse
implementado oportunamente políticas sociales, deportivas, recreativas y
culturales, demandadas por el entorno; además del aumento desmedido del consumo de licor, droga, prostitución y
espacios de juegos ilícitos donde se ve de todo, así como la proliferación de
licorerías (20), de bares (24) a lo largo y ancho del Boulevard y sus alrededores, así como casas de cita (5)
lo que a generado el aumento sin control de la inseguridad en la parroquia
Sucre. Todo lo anterior obedece a la ejecución dolosa por parte de los
componentes del “Punto Fijismo”, quienes durante la década de los 70
implementaron solapadamente la política de supresión sistemática en toda Catia
de los espacios culturales (desaparecen los dos Teatros), recreativos
(desaparecen todos los cines) y esparcimiento, así como el abandono total
(desidia) de los espacios deportivos en
la parroquia Sucre. Esto lleva a la comunidad a organizarse en distintos frentes de lucha y
a unirse en pro del beneficio común y a luchar por la recuperación de los
espacios perdidos tanto recreativos, deportivos y culturales, como otros
espacios necesarios para la comunidad. Se logra así, la toma de algunos
espacios importantes, habilitándolos para el uso común en el 2011, para el año
2012 las comunidades agrupadas en
Consejos Comunales, Colectivos, Centros Deportivos y Cultores y Creadores de
Catia logran recuperar y activar el Teatro Catia (patrimonio cultural de la
parroquia Sucre), así como también, el desalojo de la empresa transnacional
capitalista de comida
rápida (McDonald's), con el objetivo de impulsar el Proyecto Socio – Productivo “Café Caracas Katia” y a su vez crear la
“Casa de la Cultura de Katia”, porque en esta edificación funcionó hasta
los años 70 el Cine México, y porque en el Boulevard no funciona un solo
espacio dedicado a fomentar, desarrollar, impulsar y proyectar la Cultura en
cualquiera de sus manifestaciones, por lo cual, se solicitó de manera formal y
legal dicho espacio al Centro Simón Bolívar, quien es el ente interventor por
parte del Estado para ese momento.
Para el año 2013, se logra constituir
legalmente como Empresa de Propiedad Social Directa Comunal, el Café Caracas
Katia, esta empresa cuenta con recursos para la puesta en marcha de su
proyecto, pero siguen sin espacio físico para el desarrollo de sus actividades
productivas. Actualmente, el espacio en el cual funcionó McDonald's supuestamente fue alquilado por
Bs.45.000 mensuales a un señor de nacionalidad árabe, quien remodeló y
cambió internamente el espacio por
dentro, construyendo varios locales comerciales pequeños, los cuales a su vez
arrendó o alquiló a otros comerciantes, de igual manera tenemos conocimiento
que allí va a funcionar una zapateria y
una vende – paga (remate de caballos y
venta de alcohol) de su propiedad; estas acciones son irregulares, por varias
razones:
1.
El
Centro Simón Bolívar como ente interventor del Estado, nombra una Junta Liquidadora a los fines del
cumplimiento de sus funciones, debe permanentemente evaluar acerca de la
disposición del bien administrado.
2.
El
Director de Control Urbano de la Alcaldía del Municipio Libertador de Caracas Daniele Di Giminiani, está al
tanto de la situación, ya que no existe en los registros, algún tipo de permiso
de remodelación de los locales.
La
comunidad no está de acuerdo con esta injusticia y la rechaza, porque perjudica
la tranquilidad de los habitantes del sector y es una contradicción a los
lineamientos del Plan Catia y el Plan Caracas Socialista donde se contempla la
recuperación y creación de espacios para el Buen Vivir.
En virtud de las razones antes expuestas
solicitamos su intervención como ente gubernamental para el rescate de este
espacio, donde esperamos desarrollar el proyecto de cafetería (Empresa de
Propiedad Social Directa Comunal “Café
Caracas Katia”) y así mismo, crear la “Casa de la Cultura de Catia”,
el cual permitirá a los catienses y visitantes de la parroquia, disfrutar del Bulevar
de Catia como un espacio de encuentro agradable,
que fomente la lúdica, la
formación, la producción, la recreación, la cultura, el deporte, la
comunicación, la poesía y la música; un lugar donde confluyan todas las formas y expresiones artísticas de la parroquia Sucre,
para fortalecer los lazos de Convivencia
Ciudadana y complementar así, el hábitat
integral del ser humano.
Realizado por:
Freddy Córdova